Era un ser muy egoísta que acaparaba todo cuanto podía en bienes materiales, su codicia era tal que había quitado todas sus propiedades en herencia a sus hermanos, con el pretexto de que él era quien cuidaría a su viuda madre hasta sus últimos días de existencia.
Erase una vez en la cual su madre murió triste y abandonada por su hijo codicioso; su alma recorría los campos en busca del último adiós de su vástago.
El muy egoísta al verla venir desde lejos a su campo de cosechas pensó dentro de sí: "Esa vieja chupasangres, seguro quiere que le de algo de mi cosecha para poder invitarles a esos mis hermanos.... Ya para qué???? acaso yo no necesito mas papas para mis negocios?"
Dicho esto mandó a su esposa a que recibiera a su madre y le dijera que él estaba ocupado en una situación de plagas de la papa. Cosa muy extraña pues hasta esas épocas la prodigiosa tierra del valle no conocía bicho alguno que perjudicara los sombríos de papa. Gregoriano que así se llamaba el despreciable sujeto se escondió dentro de unas pilas de papas como queriendo proteger su preciosa cosecha de forma inconsciente.
Despedida con el último engaño de su hijo el alma de su madre muerta se fue llorando hasta los confines del purgatorio sin imaginar de la desgracia que había acontecido a su codicioso hijo. La esposa de Gregoriano al ir a buscar a su esposo lo encontró convertido en un terrorífico gusano regordete que se empalagaba con las tiernas papas recién cosechadas.
La codicia siempre se manifiesta en "Bichos" egoístas que siempre reptan por todos lados, no seas como este sujeto, se buena persona en el trabajo, en la familia y en la vida en general. Las oportunidades siempre serán las mismas para todos. Y para todos hay.
